martes, 25 de octubre de 2011

A mi nieta Chiqui

Cigueña de largo pico,
con tu carga de cristal,
brillante como un lucero,
que cruzas el ancho mar.
Ten cuidado con tu carga,
que nadie le haga mal,
son sus ojos dos luceros,
diamante aun sin tallar.
¿Será niñó?, ¿Será niña?,
todo en el fondo es igual.
Vida de la vida mía,
pedacito de cristal.
Dios te guarde vida mía,
y te proteja del mal,
rosa traída de Oriente
perla del fondo del mar.

A mi nieto Frankie

Cuando veas la luz del día,
un mundo nuevo será,
para tus ojos de cielo,
de inocencia y de bondad.
Dios te guarde vida mía,
de la perfídia y del mal,
que en la senda de tu vida,
las rosas veas brotar.
Vida de la vida mía,
hecha de plata y cristal,
rosa traída de Oriente,
diamante aún sin tallar.
Quisiera vivir lo justo,
para sentirte hablar,
para ver tu primer paso,
para enseñarte a rezar.
Y un día cuando tu crezcas,
quizás que pueda pensar,
que tu abuela te soñaba,
la cigueña llegará.